Deberían caer más de 80 litros en lo que resta de diciembre para llegar a la media histórica
Será un cambio de ciclo o será la consecuencia del siempre amenazante cambio climático, pero la realidad es que este año 2020 ha sido uno de los menos lluviosos en la provincia de las últimas décadas y el agua caída del cielo se queda a mucha distancia de las medias históricas.
Los datos que aportan los analistas climáticos que constituyen el colectivo almeriense ‘Cazatormentas’ reflejan lo acontecido en las tres áreas centrales de la provincia, la capital, el Levante y el Poniente y las mediciones desde enero hasta la fecha se quedan en torno a 80 litros por metro cuadrado por debajo de la media de los últimos años, que ya fueron escasos comparados con las históricas.
Previsión
Las mediciones de cantidades registradas en los pluviómetros de los que disponen rescatan los datos de esas delimitaciones y en el caso de los recogidos en Castro de Filabres, en la Sierra de Los Filabres, este año se contabilizan 171,8 litros por metro cuadrado, frente a una media de los cinco últimos años de 253 litros. Para que se situara en la media deberían caer de ahora hasta final de año más de 81 litros.
En la capital de la provincia los pluviómetros señalan unas precipitaciones que suman sólo 95,5 mm (o litros por metro cuadrado), mientras que en los cinco últimos años sumaron 177,3 litros de media, Se llegaría a esa media si cayeran hasta final de año 81,8 litros por metro cuadrado.
Ya en la comarca del Poniente las instalaciones de medición situadas en el municipio de Vícar (los datos pluviométricos recogidos en estas y en el resto de estaciones de los miembros de Cazatormentas se facilitan a la Agencia Estatal de Meteorología AEMET) habían registrado hasta finales de la pasada semana 116,3 litros por metro cuadrado frente a una media del último lustro de 199 litros, es decir casi 82 litros por debajo de esa media quinquenal.
Diciembre seco
El problema es que existen muy escasas posibilidades de que el año finalmente pueda equilibrarse con las medias históricas ya que desde hace muchos años se trata de un mes con escasas precipitaciones. David Cutillas, de Cazatormentas e integrado en esa red de colaboradores de la AEMET, afirma que “no es descartable que cerremos el año tal y como está, sin cambios en el global de precipitaciones recogidas”.
En las tres áreas analizadas los resultados presentan una alta similitud en los datos, con registros similares de lluvias y con el mismo déficit con respecto a las series históricas, por encima de los 80 litros por metro cuadrado en los tres casos.
Campaña agrícola
Similares conclusiones recoge el Servicio de Estudios Agroalimentarios de Cajamar en su Informe de la Campaña 2019/2020, que señala que ha sido menos lluviosa que la anterior, registrándose descensos en las precipitaciones durante dos periodos consecutivos.
Así, en el otoño del año pasado (las campañas se miden de septiembre a septiembre, coincidiendo prácticamente con el Año Hidrológico) se ha contabilizado un menor volumen pluviométrico que en la campaña precedente y también que en la media de las cinco campañas anteriores.
El invierno se caracterizó por ser excepcionalmente seco, con ausencia total de precipitaciones durante el mes de febrero y con unas lluvias acaecidas en primavera, básicamente en el mes de abril, que no fueron suficientes para compensar el descenso registrado el resto de la campaña.
Si se compara el volumen de precipitaciones con el histórico, se trata de la segunda campaña más seca de los últimos años, por detrás de 2011/12, cuando se registraron 131,1 litros/m2.
Paso de DANA’s
En esta última campaña hay que contabilizar dos eventos climatológicos extremos que han afectado principalmente al levante almeriense. El primero en septiembre, cuando el fenómeno climático DANA provocó lluvias torrenciales, desborde de ramblas e inundación de invernaderos, causando daños en cultivos y estructuras de los municipios de Almería y Níjar. Los daños de cultivo se concentraron en fincas recién plantadas de tomate, aunque también se vieron afectados, en menor medida, otros cultivos.
En enero, la lluvia y el granizo causaron daños en el municipio de Níjar (Campohermoso). Sin embargo, aunque estos fenómenos atmosféricos han tenido un fuerte impacto local, no ha habido consecuencias que afectaran al desarrollo general de la campaña.
Fuente: lavozdealmeria.com